13 sept 2019

La raza perdida de la Gente Pequeña

En junio de 1934, dos prospectores de oro habían estado cavando y realizando voladuras haciéndose camino a través de la gruesa roca en busca de oro en las montañas de San Pedro en Wyoming. Cuando el polvo comenzó a asentarse, los prospectores hicieron un descubrimiento sorprendente — vieron que habían abierto una pequeña habitación, de aproximadamente 1.2 metros de altura, 1.2 metros de ancho, y unos 4 metros de profundidad en donde se encontraba los restos de un pequeño humano.



 El descubrimiento de los restos momificados llamó mucho la atención en la zona, provocando muchas preguntas, y creando controversia. Hubo muchos que dudaron de la veracidad de la historia de los prospectores, creyendo que los restos fueron fabricados, y la historia un engaño. Los científicos acudieron a la zona, todos con un deseo profundo para determinar la verdad detrás del pequeña individuo. Con una altura en posición sentada de 17 cm., y una altura de pie estimado de 35 cm., estaba claro que no se trataba de restos ordinarios.


Los científicos llevaron a cabo pruebas exhaustivas sobre Pedro. En primer lugar, revisaron la evidencia física exterior. Pedro se encontró en una posición sentada, con las piernas cruzadas, sobre una pequeña repisa dentro de lo que parecía ser una cueva hecha por el hombre. Con los ojos abultados y el cráneo aplastado, Pedro estaba muy bien preservado - tanto es así que incluso sus uñas eran visibles. Una sustancia gelatinosa cubría la cabeza de Pedro, quedando claro que algún tipo de líquido se había utilizado para preservar el cuerpo. Tenía la nariz aplastada, tenía un conjunto completo de dientes, y su piel era morena y arrugada, creando la apariencia de un anciano.


 Mientras que la prueba moderna podría proporcionar muchas más respuestas acerca de los orígenes de Pedro, tal prueba no es posible debido a la ubicación de los restos ya que ha sido desconocido durante varios años. Se dice que los restos fueron puestos en exhibición durante las ferias en la década de 1940, y luego fueron compradas por un hombre llamado Ivan Goodman. Después de la muerte de Goodman en 1950, los restos pasaron ha un hombre llamado Leonard Waller (a veces reportado como Walder), un hombre de negocios de Nueva York que murió en el 1980. Los restos no se han visto desde entonces.


Con los restos por ningún lado, los misterios de Pedro perduran hasta nuestros días. La mayoría de los científicos están de acuerdo en que los restos de Pedro eran los de un humano adulto de sexo masculino. Si es así, ¿Podría Pedro ser la prueba de que existe una raza oculta de gente pequeña ampliamente comentada por los nativos de norteamerica?.