Un estudio, realizado por Nick King y el profesor Aled Jones del Instituto de Sostenibilidad Global de la Universidad Anglia Ruskin (ARU), explica cómo una combinación de destrucción ecológica, recursos limitados y crecimiento demográfico podría desencadenar una colapso de nuestra civilización, con el cambio climático como "multiplicador de riesgos", exacerbando las tendencias existentes.
Los investigadores afirman que la civilización humana se encuentra "en situación de peligro" debido al desarrollo de una sociedad altamente interconectada y de alto consumo energético y al consiguiente daño medioambiental.
Según los científicos, el colapso puede producirse como resultado de perturbaciones como una grave crisis financiera, las consecuencias de la crisis climática, la destrucción de la naturaleza, una pandemia aún peor que la de Covid-19 o una combinación de ambas.
Para evaluar qué países serían más resistentes a un colapso de este tipo, se clasificaron los países según su capacidad para cultivar alimentos para sus poblaciones, proteger sus fronteras de una migración masiva no deseada y mantener una red eléctrica y algunas capacidades productivas. Las islas, situadas en regiones de clima templado y principalmente con una baja densidad de población, ocuparon el primer lugar.