La pelicula "El titanic" de 1997 dirigida, escrita, coproducida y coeditada por James Cameron, ha llevado a muchas mentes en todo el mundo en fanáticos para que no sepamos la verdad del hundimiento del Titanic que fue construido y derribado para la creación de la Reserva Federal de Estados Unidos.
EL TITANIC NO COMO LA PELICULA, SINO COMO LA REALIDAD.
- Un 14 de abril de 1912, hace cien años, el lujoso Titanic, el mayor transatlántico del mundo, choca durante la noche con un iceberg frente a Terranova y su hundimiento se produce en la madrugada del día 15. El naufragio causa la muerte de 1.522 personas. Pero lo que la “historia oficial” evita revelar es que el Titanic estaba sentenciado a no llegar jamás a los Estados Unidos, al menos desde noviembre de 1910, cuando estaba en plena construcción. Sea como sea, el buque tenía que hundirse.
Sino, no se explica satisfactoriamente ¿Por qué, pese a los siete u ocho avisos de extremo peligro recibidos por la cabina del radiotelégrafo, la velocidad del Titanic no descendió en ningún momento? ¿Cómo es posible que desaparecieran los prismáticos, indispensables para el vigía, hasta el punto de que al carecer de ellos no pudo detectar el supuesto iceberg a tiempo? ¿Por qué se utilizaron luces de bengalas blancas en vez de rojas? ¿Por qué había 16 botes salvavidas para 2000 personas? ¿A qué se debieron las extrañas anulaciones de pasajes y la negación a embarcar de personajes importantes en los momentos previos a la partida del barco?
La reunión del mal
En noviembre de 1910, siete hombres se reunieron secretamente en la Isla Jekyll, a corta distancia de las costas del estado de Georgia, en Estados Unidos para establecer un Banco Central, el cual llamaron Federal Reserve Bank (Banco de la Reserva Federal). Estos hombres, reunidos durante nueve días, con la excusa de la caza de patos para tener que ir allí, fueron:
El senador Nelson Aldrich y Frank Vanderlip (presidente del National City Bank of New York), ambos representando al imperio financiero Rockefeller; Henry Davison, Charles Norton, y Benjamín Strong, representando a J.P. Morgan; y Paul M. Warburg, inmigrante representando a Rothschild, la dinastía financiera de Europa, también estaba A. Piatt Andrew, Secretario Auxiliar de la Tesorería de Estados Unidos y Ayudante Especial de la Comisión Monetaria Nacional. Los Morgan eran competidores amigables con los Rothschild y se hicieron muy unidos socialmente. La firma de Morgan establecida en Londres fue salvada de la ruina financiera en 1857 por el Banco de Inglaterra sobre el cual los Rothschild tenían gran influencia. Después de eso, Morgan aparece como agente financiero de Rothschild, y tomó grandes precauciones para lucir totalmente americano.
Se conoce esta reunión secreta por la Autobiografía de Frank Vaderlips, que fue presidente del City Bank, que ahora es conocido como Citigroup. Otro registro fue escrito por Bertie Charles Forbes, en una publicación denominada Current Opinion en 1916. Luego fundó el Forbes Magazine. El Banco de la Reserva Federal de la ciudad de Minneapolis, Minnesota, también tiene registrada la reunión en su sitio web, como "Historia Oficial".
En la reunión se puso énfasis en resolver que hacer con un número de hombres muy ricos y poderosos que no estaban a favor de crear el Federal Reserve System (Sistema de Reserva Federal). J.P. Morgan recibió la misión de hacer que el Titanic (en construcción) el barco "que no se podía hundir" sirva como la trampa de muerte para aquellos que se oponían a los planes para crear un Nuevo Orden Mundial. Estos ricos y famosos hombres que con su poder y fortunas podían bloquear el plan de dominación mundial debían morir por medios tan absurdos que nadie sospecharía que habían sido asesinados.
Eran tan astutos que resolvieron hacer un ensayo con el Olympic, gemelo del Titanic. Sin motivo alguno hicieron chocar de frente al Olimpic el 20 de septiembre de 1911, contra el crucero británico Hawke. El capitán del Olympic era E. J. Smith, quien estuvo más tarde al mando del Titanic ¡que casualidad! En torno al incidente con el crucero Hawke, todo apunta a que la culpa fue del Olympic que lo chocó a una velocidad de 19 nudos. Afortunadamente ambas embarcaciones pudieron soportar el daño, y regresar sanas y salvas sin cobrar ninguna víctima. Al Titanic habría que hundirlo chocando a mayor velocidad, de hecho lo hizo a 22,5 nudos.
El 31 de mayo de 1911 el Titanic se terminó de construir y con el agregado de otros detalles (acondicionar los interiores), estuvo listo a fines de marzo 1912. El astillero propuso agregarle 32 botes pero la idea fue rechazada “porque arruinaba la estética de la cubierta de paseo de la primera clase” y solo hubo 16 botes y 4 lanchas. El barco fue declarado insumergible por Bruce Ismay, presidente de la compañía White Star Line (propietaria del barco). Al mando del Titanic estaría el Capitán Edward J. Smith, el segundo al mando el Oficial Jefe Henry F. Wilde y el Primer Oficial William M. Murdoch.
Todos los hombres ricos de los cuales los que participaban en esta reunión se querían deshacer, fueron invitados a abordar el crucero trasatlántico. Tres de los más ricos que se oponían a la futura Reserva Federal y también a las varias guerras que estaban siendo planeadas eran: Benjamín Guggenheim, el más grande banquero de Europa, Isador Strauss, el propietario de las tiendas Macy's Department Stores, las más grandes de la época y John Jacob Astor IV, probablemente el hombre más rico del mundo en aquellos tiempos. Juntando las riquezas de los tres, actualmente, tendría un valor de once billones de dólares. Los tres fueron convencidos y los tres murieron. ¿Casualidad? No. ¡¡¡Conspiración!!!
El viaje fatal
El 10 de abril de 1912, se realiza el primero y último viaje del Titanic, desde Southampton, Gran Bretaña a Nueva York. Ese transatlántico construido enteramente de acero, de 269 metros de eslora, con 30 metros de ancho, 885 miembros de la tripulación y 1316 pasajeros, jamás debía llegar a Estados Unidos porque a bordo viajaban tres poderosos millonarios y sus amigos que se oponían a la creación de la Reserva Federal. El plan de la Reserva era crear doce bancos centrales en los Estados Unidos, de los cuales depende financieramente el gobierno central. Esos bancos son de propiedad privada (bancos privados) y emiten dinero contra bonos del gobierno que son vendidos a través de dichos bancos.
La verdad es que el Titanic estaba lleno de gente adinerada porque parecía que el viaje valía la pena: gimnasio, squash, jardín, piscina cubierta, baños turcos… todo estaba más que preparado para convertirse en el sueño cumplido de cualquier millonario. Sin embargo, de los banqueros millonarios fundadores de la Reserva Federal al año siguiente, ninguno de ellos viajó en el Titanic.
Había que deshacerse de tres importantes personajes antes de crear la Reserva Federal, que de Federal no tendría nada ya que siempre fue manejada sólo por ellos, los dueños de bancos privados que financiaron la revolución bolchevique, el quiebre de la Bolsa de Nueva York en 1929, las dos guerras mundiales, la guerra de Corea, la de Vietnam, las del Golfo y todas las guerras donde participan los Estados Unidos. El Titanic si no hubiera chocado con el iceberg igual se hubiera hundido, porque los tres millonarios que se oponían a esta manipulación del mundo debían morir en ese viaje, sí o sí.
El 14 de abril, el lujoso transatlántico habiendo atravesado la mitad del Atlántico recibió al menos ocho mensajes de barcos que advertían de la presencia de icebergs muy cerca y tenía que ir con cuidado. No obstante esta alerta, el capitán Edward J. Smith hizo caso omiso a dichas palabras, las cuales podrían haber ayudado a salvar multitud de personas. Smith hizo oídos sordos porque, según la “historia oficial”, “quería batir un récord y no le interesaba ir demasiado lento”. Aquel fabuloso trasatlántico estaba hecho para más. Pero la verdad es que ante el verdadero peligro, cualquier medida es poca, por ende esto despierta sospechas que el capitán tenía la misión de hundir el barco sea como sea.
El Titanic era un navío de una flota de barcos perteneciente a la White Star Line, una compañía naviera internacional. La Banca no era el único negocio en el cual J. P. Morgan tenía un fuerte interés financiero. Usando su control sobre los ferrocarriles de las naciones como influencia financiera, él había creado un fideicomiso naviero internacional, cual incluía a las dos líneas más grandes de Alemania además de una de las dos de Inglaterra, la White Star Line. El capitán Smith había trabajado para J. P. Morgan por muchos años, con lo cual Morgan estaba seguro que el Titanic jamás llegaría a buen puerto, tal como estaba planeado. A Edward Smith le fue dada la orden de hundir el Titanic y eso es exactamente lo que él hizo.
El capitán Smith puso al Titanic a toda máquina, 22,5 nudos, en una noche oscura sin luna a través de un gigantesco campo de hielo cerca de ochenta millas de área. Smith hizo esto a pesar de por lo menos ocho telegramas advirtiéndole que tuviera cautela porque estaba navegando muy rápido. ¿Tenía necesidad el capitán de una advertencia? No, él había estado navegando por esas aguas por veintiséis años. El sabía que había iceberg en el área. Pero ocho advertencias no detuvieron a este hombre que estaba bajo el poder del inminente nuevo orden mundial. El hecho de que Smith nunca oyó ni escuchó las advertencias es demencial. A él nada lo desviaría de su curso.
Unos prismáticos guardados en un cajón, que debían haber estado bien a mano en el puesto de vigía. Los prismáticos estaban bajo llave. Nadie sabía dónde estaban ni tampoco pareció preocuparles. Y para cerciorarse de que todo sucediera tal como estaba planeado, estaba a bordo Joseph Bruce Ismay un empresario británico y Presidente General de la línea de barcos a vapor White Star Line, que desde 1901 estaba fusionada en la Compañía Internacional de la Marina Mercante propiedad de J.P. Morgan. Ismay viajó (y sobrevivió) para asegurarse que no se salvaran los tres millonarios Guggenheim, Strauss y Astor, con los cuales cenó a la mesa.
El magnate John Jacob Astor IV, de 47 años, se había divorciado de su mujer, famosa por sus amantes, y viajaba con su flamante esposa Madeleine, una debutante de 18 años con la cual había pasado su luna de miel en Europa y regresaban a los Estados Unidos. Los Astor eran la pareja más famosa de las que celebraban su luna de miel en el Titanic.
Según los testigos, John Jacob ayudó a muchas mujeres a subir a los botes y luego se quedó en cubierta y mientras encendía un cigarrillo le dijo a su esposa Madeleine que estaba en uno de los botes llenos de mujeres: «Adiós, querida», susurró. Y añadió: «me uniré a ti más tarde», según cuenta la edición del 19 de abril de 1912 del New York Times, que como la mayoría de la prensa esos días le dedicaba grandes titulares a la muerte de Astor. Madeleine sobrevivió, pero vivió durante años aislada con su bebé, casi sin salir de casa. En 1916 se casó con un amigo de la infancia y, como obligaba la familia Astor, renunció a la herencia de los millonarios.
Respecto a Benjamin Guggenheim 'el rey del cobre', quinto hijo de Meyer Guggenheim, emigrante suizo que construyó su imperio gracias al negocio minero. Viajaba con su amante Leontine Aubart. Su mayordomo no permitió que se le despertara aquella noche fatídica. Giglio, hombre de confianza fue despertado por el tripulante encargado de su camarote que intentó que el mayordomo despertase a su señor no consintiéndolo éste, puesto que sólo se trataba de un iceberg entre muchísimos icebergs. Más tarde, viendo el cariz que comenzaban a tomar los acontecimientos, Guggenheim fue despertado y persuadido para que se vistiese con ropa de abrigo y subiese a la cubierta del barco. Cuando Guggenheim despidió a su amante y a su criada les dijo que se verían pronto.
Una vez que comprobaron lo difícil de su situación, cuando el joven millonario se dio cuenta de que el buque se hundía sin remedio, bajó a su camarote y cambió su salvavidas y su jersey por un frac. Cuando regresaron a cubierta anunció que “ya que voy a morir, quiero hacerlo como un caballero. Añadió igualmente que Ninguna mujer quedará a bordo de este barco porque Ben Guggenheim se haya acobardado”.
Tanto él como sus criados perecieron en el desastre y sus cuerpos nunca fueron recuperados.
En cuanto a Isidor Strauss y su esposa, Ida, la segunda mayor fortuna a bordo. Él era el propietario de los almacenes Macy's. Murieron los dos. Aunque la evacuación del barco comenzó por mujeres y niños, Ida se bajó de un bote porque se negó a abandonar a su marido: «Hemos vivido muchos años juntos; a donde vayas, yo voy».
Las enciclopedias pintan una foto trágica del capitán Smith en sus últimos momentos. Cuando llegó el momento de dar las órdenes de cargar y bajar los botes salvavidas, Smith titubeó y uno de sus ayudantes tuvo que acercarse para que la orden fuera dada. La habilidades legendarias de liderazgo de Smith parece que lo habían abandonado; él estaba curiosamente indeciso e inusualmente cauteloso en esa noche fatal. ¿Son estas palabras para describir a un legendario capitán de barco con 26 años de experiencia en la misma ruta, o son estas las palabras para describir a un hombre que estaba luchando en su mente si hacía su deber como capitán del barco u obedecía a su amo que le ordenó hundirlo?
Todo estaba calculado para que cuando se hundiera el transatlántico se salvara la menor cantidad de gente posible (sólo 705 personas se salvaron). No había suficientes botes salvavidas y muchos de ellos estaban solamente medio llenos con niños y mujeres. Para prevenir a barcos cercanos acudir al rescate, las luces de bengala para socorro eran blancas cuando tenían que haber sido rojas. Luces blancas a barcos que pasaban decían que estaban de fiesta.
Varias fortunas no subieron a bordo inexplicablemente, salvo que alguien les hubiera advertido. Quizás el suceso más llamativo lo protagonizó el acaudalado matrimonio Wanderbrigth, el mayordomo y el ama de llaves que les acompañaban habían llegado antes a los camarotes de primera clase con el propósito de acondicionar el elevado número de maletas y baúles que sus señores portaban. Sin embargo, diez minutos antes de que el barco zarpara decidieron renunciar a sus billetes, abandonando equipaje y sirvientes sin dar explicación alguna ni avisar a estos últimos de la incomprensible decisión que habían tomado, de forma tan inesperada como emocionalmente imperiosa.
El más enigmático fue el protagonizado por el accionista principal, el mismísimo J. P. Morgan, quién argumentó toda una trama tan enrevesada como poco creíble para no realizar la travesía que por supuesto, él sabía muy bien que terminaría trágicamente.
Otro que prometió pero no subió a bordo, fue Lord William James Pirrie presidente de los astilleros donde se construyó el Titanic, quién se negó rotundamente y sin motivo alguno a embarcar.
Hundido el Titanic en aguas calmas en un periodo de 2 horas y 40 minutos, con sus 46.328 toneladas en las primeras horas del 15 de abril de 1912, y muertas 1522 personas en el agua gélida del Atlántico norte, entre ellas, quienes se oponían a la futura Reserva Federal, la operación donde todo pareció un “accidente” generó que en diciembre de 1913, el Sistema de Reserva Federal se fundara en Estados Unidos de América. Ocho meses después, los banqueros dueños de la Reserva tenían suficientes fondos para iniciar la Primera Guerra Mundial y todas las guerras que vendrían después.
Sólo hubo una persona que sospechó que había “gato encerrado” en el hundimiento del navío en el Atlántico Norte, era el senador William Alden Smith, un republicano “progresista”, que llamó a la Casa Blanca a preguntar sobre lo que el presidente William Howard Taft pensaba hacer respecto a la tragedia. A Smith le dijeron que Taft no iba a hacer nada con respecto al Titanic. Entonces, Smith procedió a hacerlo él, creando una comisión especial del Senado para investigar los hechos, tratando de descubrir evidencia que inculpara a la empresa naviera. Pero 16 días de interrogatorios e intimidación de testigos no lograron confirmar sus sospechas aunque las aumentaron poderosamente. Treinta y seis días de audiencias conducidas por un cuerpo investigador más competente en Inglaterra produjo un resultado similar. Esto no impidió que el gobierno promulgara nuevas regulaciones para impedir que los dueños de barcos destruyeran maliciosamente a sus propios navíos. Ni tampoco previno que se contara la historia del Titanic de la manera en que se ha contado desde entonces. Y con respecto a la velocidad, se trata de un mito porque el Titanic nunca hubiera podido romper el récord.
Ismay fue rescatado del bote salvavidas cargado de mujeres y niños por el barco de la Cunard Line, el Carpathia y llegó a Nueva York el 18 de abril. Luego, Ismay testificó en las investigaciones del hundimiento del Titanic, primero en el Senado de los Estados Unidos, (presidido por William Alden Smith) y luego en el Board of Trade británico presidido por Lord Mersey.
Luego del desastre, Ismay fue salvajemente criticado por la prensa estadounidense y británica por abandonar el barco cuando aún quedaban muchas mujeres y niños en él. Algunos periódicos lo llegaron a llamar "J. Brute Ismay" que significa "J. Bruto Ismay" y sugirieron que la bandera de la White Star Line debía ser cambiada por una con un hígado amarillo. También se hicieron caricaturas de él, mostrándolo abandonando el barco. La sociedad de Londres, lo acusó y lo etiquetó como uno de los mayores cobardes de la historia. La mayor parte de las críticas de la prensa provenían de periódicos de los cuáles era dueño William Randolph Hearst, del cual se dice, tenía una venganza personal con Ismay. En 1913, Ismay dimitió de la presidencia de la Marina Mercante Internacional y fue reemplazado por Harold Sanderson.
Hay mucha controversia aún hoy, sobre la actuación de Ismay en el Titanic. Algunos pasajeros dijeron escuchar durante el viaje, a Ismay presionando al Capitán Edward John Smith para que “acelere la velocidad del barco, para arribar a Nueva York antes de lo previsto, y generar asombro en la prensa, generando publicidad para la compañía”. En realidad, intentar ganar el Gallardete Azul con el Titanic hubiera resultado sencillamente patético, ya que la serie "Olympic" había sido diseñada para una velocidad de servicio de 21 nudos, que si bien podían sobrepasarse puntualmente, quedaban a enorme distancia de los 25 nudos de servicio y los 27 puntuales que desde 1907 hacían a la serie "Lusitania" los "correcaminos" del Atlántico Norte (El Mauritania retuvo el Gallardete Azul nada menos que hasta 1929, y en Julio de ese mismo año atravesó el Atlántico a un promedio de 27,2 nudos), así que vemos que otra vez nos engañaron con la “versión oficial”, el Titanic jamás hubiera podido batir ese record y la excusa de esa alocada carrera de velocidad que nos quieren vender intenta ocultar la verdad sobre el supuesto “accidente”.
Un pasajero dijo haber visto a Ismay en la cena, con una alerta de iceberg en la mano, pero que sólo la miró un poco para guardarla en su bolsillo rápidamente.
Varios pasajeros creyeron escuchar lejanas explosiones en las bodegas. Hasta cinco llegaron a citar. Así que muy probablemente hubo cargas explosivas bajo la línea de flotación. Un reconocimiento con sonar de la parte enterrada del casco, efectuado en agosto de 1996 señala seis averías diferentes bajo la línea de flotación, afectando principalmente a planchas remachadas. De estas averías, cuatro están bajo el castillo de proa, una a la altura del pozo de proa, y por último, la de mayor tamaño y que sin duda constituyó la herida mortal, entre las salas de calderas nº 5 y nº 6, extendiéndose once metros en total, a uno y otro lado del mamparo estanco, pero afectando principalmente la sala de más a proa. Lamentablemente esa parte del barco reposa en el limo del fondo marino y no hay fotos al respecto.
Tras el “accidente” J. Bruce Ismay, presidente de White Star Line, la empresa propietaria del Titanic, convenció al capitán Edward John Smith de seguir navegando, lo que causó que el barco se hundiera más rápido.
“Si el Titanic se hubiera detenido, habría sobrevivido al menos hasta que llegara el barco de rescate y nadie hubiera tenido que morir”, afirmó Patten Lightoller, el oficial de mayor rango que sobrevivió al desastre, encubrió el error en dos investigaciones porque estaba convencido de que la verdad llevaría a la quiebra de White Star y dejaría a sus colegas sin trabajo.
Durante el hundimiento, Ismay ayudó en la preparación y en la descarga de los botes salvavidas (había solo 16 botes y 3 lanchas para 2000 personas) y en un descuido subió a uno de ellos, el bote salvavidas desplegable C, ocupando el lugar de un oficial, mientras quedaban aún en el barco muchas mujeres y niños, además de su sirviente personal, Richard Fry, y su secretario William H. Harrison, que permanecieron en el barco y perecieron en el hundimiento.
La primera embarcación de rescate que abandonó el barco había ocupado sólo 27 de sus 65 plazas. Algo similar sucedió con los otros 16 botes salvavidas, que zarparon medio vacíos y jamás regresaron a buscar más supervivientes. Hubo dos botes que nunca se usaron.
Además resulta muy sospechoso que nadie le prestase atención a la presencia de hielos en la zona que eran un potencial peligro para la navegación. Los mensajes recibidos en orden cronológico, el domingo 14 de Abril son los siguientes: 09,00 horas, se recibe a bordo el primer mensaje. Procede del Caronia, un trasatlántico de la compañía Cunard, en donde se advierte la presencia de hielos e Icebergs. Se recibe el segundo aviso, procedente del trasatlántico holandés Noordam que informa sobre la presencia de hielo, más o menos en el mismo lugar que había indicado el Caronia. 13,42 horas: El trasatlántico Baltic retransmite al Titanic un aviso que recibió del vapor griego Athinai que dice: "El vapor griego Athinai informa del paso de icebergs y de grandes cantidades de hielos ese día a unas 250 millas de distancia frente al Titanic”. 13,45 horas: Se recibe el 4º mensaje de advertencia, este procede del trasatlántico alemán Amerika señalando la existencia de grandes icebergs en posición 41º 27' N; 50º 8' W. Este mensaje no se envía al puente. 19,30 horas: Se recibe un mensaje del vapor Californian, que estaba bastante adelante del Titanic, donde el capitán del barco, Stanley Lord informaba del paso de tres grandes icebergs, 3 millas al sur ( 42º 3' N 49º 9' W). 21,40 horas: Se recibe otro mensaje advirtiendo sobre la presencia de hielo, procede del vapor Mesaba. 22,55 horas: Entre 10 y 19 millas al norte del Titanic, el Californian (de la compañía Leyland que pertenecía al mismo trust propietario del Titanic) queda atrapado en un campo de hielo muy cerca del Titanic y lanza a las 23 horas advertencias a todos los barcos que se encuentran en la zona. A las 23,40 choca el Titanic contra un iceberg.
Poderoso Don Dinero
En 1907, el senador Nelson Aldrich (suegro de John D. Rockefeller), propone sin éxito crear un banco central en los Estados Unidos.
El Sistema de la Reserva Federal que nació el 23 de diciembre de 1913 mediante una ley del Congreso, era tan dañino para el interés público, que probablemente esta ley jamás habría sido aprobada si no hubiera sido encauzada mediante la treta de una reunión del Comité Parlamentario de Conferencias, organizada en plena noche del 22 de diciembre de 1913, entre las 1.30 y las 4.30 AM (mientras dormía la mayoría de los miembros del Congreso). La Ley fue votada al día siguiente y aprobada a pesar de que muchos miembros del organismo habían partido para sus vacaciones de Navidad y la mayoría de los que se quedaron no habían tenido el tiempo necesario para leerla o conocer su contenido.
Se aprobó la ley, tal como planeaban en secreto los banqueros, y se creó la Reserva Federal cuyo objetivo era “estabilizar la economía ante posibles pánicos”, pero que en realidad formaba el monopolio más grande del mundo. A pesar de llamarse federal, la reserva es posesión de los bancos miembros, hace su propia política y no está sometida a supervisión por el Congreso ni por el presidente. El proceso que llevaría a la creación de la Reserva Federal Americana en 1913, haría que el presidente títere, Woodrow Wilson, acabara firmando el traspaso de la emisión del dólar a esta entidad privada. John Fitzgerald Kennedy, moriría por tratar de suprimir esta conspiración que ha creado una corporación al mando del estado que rige la política del planeta.
El Sistema de la Reserva Federal consiste en doce bancos centrales, de los cuales depende financieramente el gobierno central. Esos bancos son de propiedad privada y emiten dinero contra bonos del gobierno que son vendidos a través de dichos bancos.
La Reserva Federal comenzó sus operaciones en noviembre de 1914. Recibió mandato legal para poseer el mayor poder de cualquier institución del país, el poder de crear y controlar su suministro de dinero. Así, el esfuerzo bélico americano en la Segunda Guerra Mundial por ejemplo, produjo un beneficio de 7.500.000.000 de dólares para los dueños del sistema. Todo el dinero existente en Estados Unidos es emitido privadamente por esos bancos centrales. A este dinero se lo denomina "respaldado por los bonos del gobierno". Esos bonos, no obstante, son pagaderos únicamente en tal dinero. Todo el sistema, claro está, no pretende más que disfrazar el control privado de la vida económica del país. El volumen del dinero puede ser aumentado o disminuido a voluntad de los capitalistas financieros. La Federal Reserve Bank US es una dictadura monetaria que posee poderes discrecionales absolutos sobre el pueblo americano y, por repercusión sobre el resto del mundo. En los Estados Unidos la política monetaria controlada por los siete miembros del Federal Reserva Board, los doce Presidentes y ciento ocho directores de los doce bancos de la Reserva Federal. Estas 127 personas actuando en el secreto más total, tienen un poder absoluto sobre las decisiones monetarias.
Los mayores participantes iniciales en el sistema del banco de la Reserva Federal fueron los siguientes bancos: Rothschild de Londres y Berlín; Lazard Brothers de París, Sheiff de Italia, Kun Loeb Company de Alemania y USA, Lehman Brothers y Rockefeller de Nueva York entre otras. Por cierto, el sistema de la reserva federal, como todo el mundo sabe, fue inútil para estabilizar la economía ante la crisis de 1929, pero no para ir logrando otros objetivos que permanecían en la sombra, como el objetivo globalizador.
Gracias a la Reserva Federal las grandes familias de banqueros se enriquecieron todavía más, con el establecimiento del impuesto sobre la renta, la conversión de los grandes monopolios ilegales en grandes fundaciones revestidas con un toque de legalidad. Fueron estas grandes familias las que influyeron decisivamente en la elección del presidente Wilson frente a William Taft, que había amenazado proponer una legislación que evitara la decisiva influencia que iban adquiriendo estas grandes familias económicas.
El presidente Wilson había ganado las elecciones prometiendo al pueblo americano la no-intervención de los EE.UU en la Primera Guerra Mundial, pero hizo todo lo contrario y mandó a morir en Europa a los jóvenes norteamericanos.
Entre 1920 y 1929 la Reserva Federal expandió el incremento del dinero hasta un 62% (recordemos que la reserva Federal estaba controlada por las grandes familias económicas). Cuando se produjo el tristemente famoso crack del `29 y la Bolsa reventó infinidad de pequeños inversores se arruinaron pero no los que estaban dentro del juego, que sacaron mucho provecho de este crack. En marzo de 1929, el banquero Warburg anunció -sólo para iniciados masones- que el reventón estaba próximo y las grandes fortunas se salieron del mercado.
Con el crack de la Bolsa los grandes con sus fortunas intactas pudieron comprar compañías enteras a precio de saldo e incrementar sus fortunas y poder. El gran crack del `29, si no estaba previsto y calculado en beneficio de algunos privilegiados, sí que se sirvieron de él para aumentar su poder e influencia.
En síntesis
El 23 de Diciembre de 1913 los Estados Unidos de América y su pueblo fueron traicionados por el Presidente Woodrow Wilson, el Senador Nelson Aldrich y miembros de las Cámaras de Representantes y del Senado del Congreso al suscribir el ‘Federal Reserve Act’ y convertirlo en Ley. El Acta bancaria de la Reserva Federal fue aprobada el 23 de diciembre de 1913, dos días antes Navidad. Permitía a los extranjeros, a través de los bancos norteamericanos de las Reservas Federales, poseídos privadamente, financiar guerras mundiales que fueron "planificadas". Son 4.000 páginas que fueron cuidadosamente preparadas en la Isla Jekyll, en una conferencia secreta. Así, como por arte de magia, el deber y derecho del Congreso de los EE.UU. sobre la ‘emisión de moneda, valoración de la moneda, valor cambiario de las monedas extranjeras y los estándares de sus pesos y medidas’ estipulado en el Artículo I, Sección 8, Párrafo 5 de la Constitución fue trasladado a manos privadas y extranjeras mediante el ‘Federal Reserve Act’ convertido en Ley.
De este modo, Jacob H. Schiff representante de Rothschild quien previamente había manipulado el sistema bancario y Wall Street hasta controlarlo en su totalidad y Paul M. Warburg Jefe del Servicio Secreto Alemán, del clan de Rothschild, ambos, Schiff y Warburg de origen judío-alemán y nacionalizados norteamericanos, reformaron el sistema monetario organizando el ‘Sistema de la Reserva Federal’ de propiedad privada y no estatal, lo que ya habían hecho en los países europeos.
A partir de entonces, el control de todo el dinero del pueblo norteamericano lo tienen los banqueros privados dueños de los Bancos del ‘Sistema de la Reserva Federal’ y son quienes le autorizan al gobierno la emisión de moneda de papel y a quienes está obligado el gobierno a comprar/prestarse las Notas de Débito en nombre de la nación, que le está prohibido emitir por cuenta propia.
Las acciones de los Bancos de la Reserva Federal son de propiedad de los banqueros privados, quienes mayoritariamente sólo representan los intereses de los Rothschild y de los Rockefeller.
Las acciones de los Bancos de la Reserva Federal son de propiedad de los banqueros privados, quienes mayoritariamente sólo representan los intereses de los Rothschild y de los Rockefeller.