Desde su lanzamiento en la primavera del 2009, El Telescopio Espacial Kepler de la NASA ha estado a la caza de exoplanetas. Buscando un planeta que sea esencialmente como el nuestro en términos de tamaño, composición y habitabilidad; una gemela de la Tierra. Si bien aún no hemos encontrado un planeta que sea exactamente igual, Kepler confirmó a mediados de año el descubrimiento de un exoplaneta del tamaño del planeta Tierra en la zona habitable de su estrella. El anuncio fue hecho en una conferencia de prensa y los descubrimientos publicados en Science.
Kepler-186f es aproximadamente un 10% más grande que la Tierra y gira alrededor de una estrella enana M a cerca de unos 500 años luz en la constelación Cygnus. La estrella tiene cerca de la mitad del tamaño y masa de nuestro sol, y le toma a Kepler-186f cerca de 130 días terrestres en dar una vuelta. En los bordes exteriores de la zona habitable de la estrella, el planeta recibe un tercio de la ración de su estrella padre, tal como nosotros.
La vida, tal como la conocemos, requiere la presencia de agua líquida, así que un planeta con el potencial para la vida no estaría muy cerca de la estrella (porque habría mucho calor y el agua se evaporaría) pero tampoco tan lejos (habría demasiado frío y el agua se helaría). Para que pueda ser habitable se requiere de una “Zona Ricitos de Oro” donde las condiciones sean perfectas.
“Sabemos solo de un planeta donde existe vida – la Tierra. Cuando buscamos vida fuera de nuestro Sistema Solar nos concentramos en encontrar planetas con características que se parezcan a las de la Tierra,” dice Elisa Quintana, autora principal del estudio. “Encontrar un planeta con zona habitable comparado en tamaño a la tierra es un gran paso.”
Su co-autor Thomas Barclay añade: “Estar en una zona habitable no equivale a saber que el planeta es habitable. La temperatura en el planeta depende fuertemente del tipo de atmósfera que tenga el planeta. Kepler-186f puede ser considerado primo de la Tierra más que su gemela. Tiene muchas características que se asemejan a las de la Tierra.”
Determinar la composición de los planetas que se encuentran en la zona habitable no es tan fácil como determinar la de aquellos que están muchísimo más cerca a la estrella porque no hay tanta radiación de la estrella padre para determinar que está siendo absorbido y que no. Si bien estudios anteriores muestran que Kepler-186f era un planeta rocoso, deben hacerse más análisis antes de llegar a conclusiones definitivas.