10.- El Sol se mueve
El Sol se mueve. ¿Imaginas atestiguar semejante espectáculo? Bueno, el Sol se mueve de una forma muy especial y cuando decimos “salió el Sol” o “el Sol está bajando”, en realidad nos estamos equivocando, lo que provoca el anochecer y el amanecer es el movimiento de la Tierra, esto es lo que llamamos el movimiento aparente del Sol. No obstante, aunque nuestro planeta sea suficientemente grande como para que no podamos apreciarlo realmente, el Sol sí se mueve, lo hace orbitando el centro de la Vía Láctea (a unos 28.000 años luz del Sol) y también arrastra todo el Sistema Solar consigo. La Tierra se mueve así a unos 828.000 km/h y realizar una órbita completa alrededor de la Vía Láctea: ¡nos toma unos 230 millones de años!
Las mareas son el movimiento regular y predecible del agua a causa de fenómenos astronómicos. En términos triviales, podríamos decir que se trata de un ascenso o bien un descenso de los mares y océanos de la Tierra, relacionados con la gravedad y los movimientos de nuestro planeta, la Luna y por supuesto, el Sol. El primero en explicar el hecho fue el gran Isaac Newton, quien aseguró que las mareas son el resultado de las fuerzas de atracción gravitatoria que el Sol y la Luna ejercen sobre la Tierra y la forma en la que éstas interactúan entre sí.
8.- El Sol también es fundamental en casi todas las culturas
El Sol es el astro más importante del sistema que le da nombre y siendo tan esencial para la vida en nuestro planeta, históricamente ha formado parte de la simbología de todas las culturas del mundo. Esto puede apreciarse especialmente en términos religiosos y antes de que la religión católica se expandiera y masificara en occidente, muchas de las grandes civilizaciones politeístas creían firmemente en el Sol como la máxima deidad. En oriente no hubo muchas diferencias y por ejemplo, la famosa Hinomaru, la primera insignia nacional de Japón, con el Sol como emblema oficial comúnmente conocida como “El Sol naciente”. Entre los llamados “Dioses solares”, uno puede encontrarse con varias decenas de deidades que eran relacionadas con el Sol de una jerarquía máxima, podemos nombrar a Rá para los egipcios, Quetzalcóatl para los mesoamericanos, Helios para los griegos o Apolo para los romanos, entre otros tantos.
7.- Diferentes partes del Sol rotan a distintas velocidades
Al tener tanto gas de hidrógeno, a diferencia de lo que ocurre con los planetas, el Sol tiene diferentes partes que rotan a distintas velocidades. Las rotaciones se pueden apreciar realizando un seguimiento de las manchas solares en la superficie de la Tierra: regiones en el Ecuador que demoran 25 días en completar una rotación, mientras que en los polos puede llevar hasta 36 días. Al interior del Sol parece llevarle unos 27 días.
Aunque el Sol nos parece una enorme bola de fuego, esta estrella posee una estructura interna compleja que se distingue por sus varias capas. La capa visible del Sol es la fotosfera y ésta se calienta a una temperatura aproximada de unos 5726 ºC, debajo de esta zona de convección, en la que el calor se mueve lentamente desde el interior (donde está el núcleo) hacia la superficie, el material se enfría y cae en columnas. Por debajo de la zona de convección hay una región altamente radiactiva y allí el calor viaja en forma de radiación. En el centro del Sol está el núcleo y la temperatura del núcleo del Sol es de ~1,36 × 107 K, nada menos que unos 15.600.729 ˚C.
6.- El Sol tiene diferentes capas
Aunque el Sol nos parece una enorme bola de fuego, esta estrella posee una estructura interna compleja que se distingue por sus varias capas. La capa visible del Sol es la fotosfera y ésta se calienta a una temperatura aproximada de unos 5726 ºC, debajo de esta zona de convección, en la que el calor se mueve lentamente desde el interior (donde está el núcleo) hacia la superficie, el material se enfría y cae en columnas. Por debajo de la zona de convección hay una región altamente radiactiva y allí el calor viaja en forma de radiación. En el centro del Sol está el núcleo y la temperatura del núcleo del Sol es de ~1,36 × 107 K, nada menos que unos 15.600.729 ˚C.
5.- El Sol es la estrella más cercana a la Tierra
Recordarás que esto es algo que también vimos hace muy poco, cuando te enseñé cuál es la estrella más cercana a la Tierra. Pues entonces sabes que la más cerca es el Sol, la estrella alrededor de la cual gira nuestro planeta y el resto del Sistema Solar, la cual se encuentra a una distancia media de 149.600.000 km de la Tierra.
Si fuera posible realizar un análisis químico del Sol, nos encontraríamos con que el Sol está compuesto por diversos compuestos químicos elementales, entre los cuales podríamos mencionar un 74% de hidrógeno (H) y un 24% de helio (He), además de un 2% constituido por hierro (Fe), níquel (Ni), oxígeno (O) y varios otros elementos.
4.- En gran medida, el Sol está compuesto por hidrógeno y helio
Si fuera posible realizar un análisis químico del Sol, nos encontraríamos con que el Sol está compuesto por diversos compuestos químicos elementales, entre los cuales podríamos mencionar un 74% de hidrógeno (H) y un 24% de helio (He), además de un 2% constituido por hierro (Fe), níquel (Ni), oxígeno (O) y varios otros elementos.
3.- El Sol es enorme, pero no tanto...
El Sol es verdaderamente inmenso y como lo hemos visto anteriormente, el diámetro del Sol es de 1.392.000 km. Alcanzando un tamaño que es unas 109 veces más grande que el de la Tierra, no hay dudas de que se trata de un astro enorme, sin embargo y para el asombro de muchos, es un tamaño ridículo en comparación al diámetro de otras estrellas colosales que abundan por allí, perdidas en el Universo. Compararla con Antares o Betelgeuse es un absurdo (ni hablar de las Cephei), pues simplemente superan los límites de nuestra imaginación, jamás podríamos imaginar algo tan, pero tan inmenso, enorme y supremo. Claro que no por ello vamos a sacarle méritos, el Sol es el objeto más grande que existe en el Sistema Solar y también el más pesado, tiene una masa de 1.98892 x 1030 kg, para hacértelo más gráfico, la masa del Sol es de 1,988,920,000,000,000,000,000,000,000,000 kilogramos, 330.000 veces mayor que la de la Tierra y 3498 veces mayor que la de Júpiter, que es el planeta más grande de nuestro sistema.
2.- El Sol es el Sistema Solar en sí y no hay nada más importante
2.- El Sol es el Sistema Solar en sí y no hay nada más importante
El Sistema Solar recibe este nombre por una razón bien simple: absolutamente todo en el sistema depende de él y si no existiera el Sol, el sistema tampoco. A menudo pensamos que nuestro planeta es un miembro más del Sistema Solar, pero esto no puede estar más alejado de la realidad, entre otras cosas, porque la masa del Sol representa nada más ni nada menos que el 99,8% de toda la masa del Sistema Solar. La mayor parte de ese resto proviene además de Júpiter, así que la masa de la Tierra es una fracción de una fracción de la masa del Sistema Solar, es decir que en realidad apenas existe y el Sistema Solar es básicamente el Sol en sí mismo.
1.- El Sol se está calentando cada vez más... y terminará con todo
1.- El Sol se está calentando cada vez más... y terminará con todo
Teniendo en cuenta todos los detalles que hemos visto hasta ahora, resulta difícil imaginar la caída de este coloso, sin embargo, el Sol no estuvo ahí desde siempre, el Sol nació, cambia y lamentablemente, es un hecho que el Sol va a morir, destruyendo todo el Sistema Solar con su caída. Cada 10 mil millones de años se vuelve un 10% más brillante y mientras esto sucede, la vida en la Tierra como la conocemos es cada vez más y más difícil. Las bacterias podrán vivir, pero nuestra especie así como la del resto de los animales perecerá. Por suerte, aún queda mucho, pero mucho tiempo...