El equipo del rover utilizó dos instrumentos del Curiosity para estudiar la composición química de una roca llamada “Jake Matijevic”. Los resultados demuestran por qué es tan importante identificar la composición de las rocas.
“Esta roca tiene una composición química similar a un inusual pero bien conocido tipo de rocas ígneas encontradas en distintas zonas de la Tierra,” dijo Edward Stolper del Instituto de Tecnología de California en Pasadena. “Con solamente una roca marciana de este tipo, es difícil saber si los mismos procesos estuvieron involucrados, pero nos da una idea razonable sobre su origen.”
Rocas terrestres similares a la roca marciana pueden ser encontradas en islas como Hawái y Santa Elena, así como en zonas continentales como el Río Bravo (Río Grande en EE. UU.) que corre por gran parte de la frontera de México y EE. UU.
“Esta es una extraña clase de roca marciana,” dijo Ralf Gellert de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá. “Es rica en elementos consistentes con los minerales feldespatos y baja en magnesio y hierro.”
Durante la misión principal de dos años de duración, los científicos planean usar los diez instrumentos a bordo del Curiosity para valorar si el área alguna vez tuvo condiciones favorables para la vida microbiana.